Fluye

Fluir.
Sólo fluye...
Entonces ella tiembla, llora, rechina los dientes de rabia, porque sabe lo que llega después de estas palabras...Indiferencia, ausencia, huida...
Siempre huyendo, de qué?, para qué?
Él quiere ser valiente? Ella sí, de eso está segura, y se debate entre sus contradicciones, esperando encontrar una respuesta, quizá una clave que le ensenye cómo hacer...
Entonces recuerda algo que dijo tantas veces...
Las cosas son sencilas, somos las personas las que nos complicamos la existencia, intentando controlar los sentimientos...

Fluye...Ojalá él de verdad fluyera, haciendose responsable, consciente con sus sentimientos, dejándolos expandirse, nutriendose y disfrutando de esos principios que sólo algunos han podido experimentar, sintiendo desde las entranyas, viviéndolo. En lugar de eso, él quiere el control, y no se da cuenta que es como la corriente de un rio, lleva su propio ritmo, puede que pase por lugares donde éste es rápido, tanto que da miedo, pues las aguas se revolucionan demasiado, pero también hay zonas donde el agua encuentra la calma...
Cambiar el ritmo de un río... Es despojarlo de su naturaleza...

Allá tú. Puedes seguir el ritmo, y disfrutar de cada etapa, sea cual sea, o puedes intentar forzar el ritmo,ya sabemos las consecuencias que tiene cuando la mano del hombre invade la naturaleza, en lugar de aliarse con ella...