Los nuevos trenes son extraños, cuesta acostumbrarse a esa pasarela aérea, en la que no hay donde cogerse.
Intentar ir de pie es casi una hazaña...Esto me recuerda alguna proeza como llevar desde la Malvarrosa en el manillar de tu bici a alguien.
Pero la pasarela aérea es más complicada, por eso ya casi nadie viaja, sólo algunos atrevidos...
Mi madre descubrió que si te tumbas con brazos y piernas abiertos es más sencillo. Yo todavía intento permanecer de pie, sujetándome al suelo todo lo posible, es una sensación parecida a mantenerte en pie en la tabla de surf...
A veces en el trayecto ves como algunos pasajeros caen al vacío...Menos mal que instalaron el sistema de seguridad, y caes en una sustancia gelatinosa que amortigua el golpe...
Esta es mi parada, voy a la Campiña Francesa, desde aquí puedo ver los grandes y verdes campos...Antes siquiera de que pare el tren ya estoy abajo.
Con los años voy teniendo una impaciente paciencia... Quizá por eso me gusta viajar en este nuevo tren, de velocidades estratosféricas.
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1 comment:
Por un momento me has transportado por la pasarela aerea de tus palabras a transmetropolitan.....a un futuro no tan lejano.... En el sitio donde me encuentro no hay trenes... solo gua-guas en las que mi tambien impaciente paciencia se exhaspera...
Te sigo leyendo, linda, espero que sigas creando estos puentes que acortan nuestra distancia.
Te quiero mucho. Cuidate.
Un super abrazoo.
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