Thursday, August 31, 2006

Galaxias


Llévame a otra galaxia,
donde no exista el tiempo,
donde el espacio sea sólo un suspiro,
que al exalar te tenga conmigo,

Vámonos donde la distancia,
se comprima, y en el sueño,
sintamos como antaño,
tu cuerpo al lado del mío.

Vente conmigo que unidos,
somos mucho más que dos,
como decía el poeta,
ese que tanto nos gustó.

Wednesday, August 30, 2006

Déjenme


Déjenme en mi hogar,
cierren despacio,
sin molestar,
que hoy mi mundo se cierra,
para que no puedan entrar.

Déjenme sin cancioneros,
callen si no saben actuar,
huyan hoy de mi vera,
para no volver ya más.

Que hoy mi corazón se cierra,
pues ya no quiero jugar,
salgánse por peteneras,
si no quieren arriesgar,

Y dejénme ya tranquila,
que me cansé de tener,
un perro del hortelano,
que no se entiende ni él.

Seré reina en mi reino,
sin caballero ni corcel,
sin armaduras oxidadas,
a esos que les den.

Entre Hestia y Persefone

A veces soy Hestia,
me abandono a mi jardín,
me nutro con el riego de mis plantas,
y la paz de mi hogar.

Ahora que mi hogar está en cajas,
es difícil sentir su poder cerca,
y me encuentro con Perséfone,
atrapada entre dos mundos,
secuestrada o no,
con síndrome de estocolmo.

Y quiero recuperar lo aprendido en el submundo,
y sentir a mi Artemisa, sin pensar en aquel,
que tiene su propia lucha, o no,
aquel a quien no logro entender.

Que dulces y sabrosos momentos,
cuando Hestia gobernaba,
y los hombres alejados,
no interrumpían, tarados.

Hoy no quiero primaveras,
ni abriles en invierno,
hoy solo quiero a Hestia,
cultivando en mi lienzo.

Saturday, August 26, 2006

Thursday, August 17, 2006

Tuesday, August 15, 2006

Recuperando lo salvaje

Quiero despejar mi mente,
vaciarla de tí,
hacer cosas que me hagan feliz,
llenar mi alma para mí,
volver a mi río,
reir en el jardín,
recuperar lo salvaje que sigue en mí,
aflorar mis deseos,
bucear en la profundidad,
reencontrarme con mi ser,
contactar con lo sagrado,
con la permanencia del cambio,
olvidar tu recuerdo,
recordar mi vivir.

Monday, August 14, 2006

Artemisa en casa

Acabó la aventura, Artemisa descansa tras el largo y ajetreado viaje,
recontando lo que de éste aprendió, y soñando con nuevos viajes,
nuevos lugares donde experimentar, explorar...

Desde que ha llegado, parece como si todavia no estubiera aquí, ni allí,
aún no está en ningún lugar, tal vez sigue en las nubes, de los sueños del avión...

Corre por mis venas una extraña sensación,
nervios, ajetreo, angustia y desazón,
la impaciencia de querer,
puede ser la razón,
que el tiempo pase pronto,
que llegue el momento de volver a la acción,
ahora, preparativos, estudios y que sé yo,
deseando aclarados de corazón,
deseando agua en el desierto de esta canción.

Sensaciones repetidas,
con un nuevo sabor,
el de mi experiencia,
el de mi acción,
ya no quiero primaveras,
sin verano posterior,
no quiero calor un día,
con invierno en el cajón.

Monday, August 07, 2006

Noche bajo Berlin



Voy a una "open galerie" donde un amigo expone sus obras,
me doy una vuelta mirando todos los puestos,
algunos tienen obras buenas,
otros, son lo de siempre.
A lo lejos escucho una melodía flamenca,
y me acerco entusiasmada,
pues anyoro mi hogar,
y el flamenco me hace sentirme más cerca.

Me sorprendo al ver que el guitarrista, es un alemán,
que extranyo suena el flamenco en sus manos...
Cálidez y frío, todo a la vez.
Las bailaoras, tienen buena técnica,
pero les falta pasión...o eso me parece,
el único que realmenete me da la sensación de que lo hace con pasión es el del cajón,
él es quien da color.

En el descanso aprovecho para ver el otro lado de la galeria, y allí me encuentro con Mat,
y sus cuadros, pequenyos retratos en acuarela, con cierto tono lúgrube, y algo melancólico.

Pasan las horas sin que me de cuenta, y ya cierran, Mat, me dice que el clown es todo un personaje,
que le ha hecho reir toooodo el día, así que le regala una de sus acuarelas.

Nos vamos, en mitad del puente, donde hay un mirador, y puedo ver el río en todo su esplendor, con los brillos de las luces que juegan sobre el agua.
Y me siento en una pequenya banqueta del clown,
fumamos y hablamos,
bueno, el clown habla, en Alemán.
Mientras yo imagino qué estará diciendo,
imagino historias profundas de familiares anarquistas
a los que la guerra los mandó a prisión,
historias de personas en este mismo puente donde estamos,
y de pronto me embarga una sensación de respeto,
y de admiración, pues estoy en una ciudad con mucha historia.

Y el clown se quita su sombrero, se quita el pelo!!
y me sorprende con una cabellera gris, pelo cortado con maquinilla, al uno,
y aparece otro hombre, el de detrás de las escenas,
vuelve a ponerse su atuendo, y vuelve el personaje.

Y pasan las horas, y pasa el join,
y se cruzan miradas que no sé que significan,
y Mat me mira.

Nos vamos a cenar, a un lugar cercano en kreuzberg,
pizza en terraza con vistas a una U-bahn, ubicada en un antiguo y bonito edificio,
y siento esa grata sensación de no saber donde estoy, de sentirme extranya en un pais que no es el mío, y que sin embargo ya voy haciendolo más de mí,
recuerdos en parques, en fuentes,
y ahora recuerdos con Mat,
y una buena conversación,
y los dos en una burbuja de Maria,
mientras él me dice que siente cosas que ya había sentido antes,
y ahora, con alguien diferente, reconoce ese sentiemiento aunque con diferencias,
y yo que no sé si le entiendo bien, prefiero no entender,
y me parece ver a la mujer esqueleto,
y claro, salgo huyendo,
pues no quiero esto ,
y nos vamos a casa,
pasamos por una fiesta reggae en un barco,
miramos la orilla del rio, mientras seguimos hablando, conociendonos,
dejando que la mujer esqueleto entre un poco más.
Y nos vamos a casa, cansados, nos quedamos dormidos en el sofá,
despierto y me voy a mi cama,
y un nuevo día amanece en Berlin,
con nuevas experiencias que me esperan,
aunque la balanza se inclina hacia mi hogar.

Friday, August 04, 2006

Naranjas exprimidas

Siento que está aventura llega a su fín,
mi alma ya no quiere estar aquí,
mis sentidos, mi mente, mi corazón,
ya han vuelto a su hogar,
pero mi cuerpo sigue aquí,
preguntándome que es lo que hace falta,
que es lo que hace que no coja el primer vuelo,
y vuelva con todos mis sentidos,
con mi gente, con mi río.

Y quizá al volver no sea todo maravilloso,
quizá es cierto que hace tanto calor que quita el sentido,
pero lo prefiero al frío...
Puede que todo esto sean excusas, que la verdadera razón sea otra,
no lo sé, quizá por eso aún permanezco aquí,
necesito saber que es lo que realmente me lleva a volver.

Necesito estar segura de que ya le sequé todo a esta experiencia,
que no queda más de este jugo,
que la naranja ya fue exprimida,
y otras esperan en el huerto de mi hogar.

Frío bajo Berlin.

Estos días empieza a hacer frío,
está nublado, y de vez en cuando llueve,
y yo, que me alío con el tiempo,
también siento nubes grises.

El frío entra en mi piel,
y la nariz empieza a decirme
que es otonyo,
aunque en realidad estemos en agosto.

El otonyo me recuerda el calor de tu piel,
y siento más deseos de tenerte cerca,
de arroparme en tus recovecos,
de quedarme quieta en tu cueva,
hasta que mi cuerpo recupere su calor.

Y parece tan difícil que ocurra,
que no quería recordarlo,
y el recuerdo vino a mí,
y ya no quiere irse,
que bien si fueras tú y no el recuerdo...
que bien un otonyo extra enredados...

Pero estás lejos,
o soy yo la que se fue...
Y 20 grados de diferencia,
y 3000 km de distancia,
y a un milimetro para sentirte,
y a un segundo para amarte.

Hace semanas que no hay distancia,
hace días que no hay palabras...
Y mi corazón coraza,
no sabe a donde anda,
si en la senda del olvido,
o en el camino a tu encuentro.

Y Berlin me ensenya su frío,
y yo me escondo y me lío,
pues prefiero primaveras,
o veranos encendidos,
que prematuros otonyos,
con amaneceres tardíos.

Thursday, August 03, 2006

Berlin, cada hora, una nueva.

Una nueva Berlin se abre a mi paso,
callejeando con mi bici,
descubro muevos lugares,
tambien nuevas gentes,
que me paran por la calle,
que me ensenyan algo.
Hoy descubro un parque,
quizá de los más antiguos,
en kreuzberg, a la vuelta del Lone Star,
y me siento en una roca, mirando como el agua pasa por la cascada,
y ninyos explorando, y turistas haciendose fotos,
y yo, medio turista, medio que no,
hoy me siento un poco más de aquí,
y callejeo, y a mi paso llega la casa pintada,
como tantas otras por aquí,
con un mural que critica el capiltalismo,
la especulación del terreno,
y mi bici me lleva a cercarme,
y de camino, en una estrecha calle,
un pequenyo parque entretiene a ninyos,
la mayoria turcos, pues como aquí dicen,
estoy en la pequenya Turquía.

Y corro, y llego a otro lado, a Mitte, que me espera
con sus ostentosos edificios, sus colmenas de oficinas,
y a lo lejos, el pirulí, que me hace de guía hacia un lugar ya conocido,
Alexanderplatz, donde en su fuente de Neptuno he pasado varias sobremesas,
y de pronto me siento un poco más de aquí,
pues ya voy teniendo recuerdos de los lugares,
ya voy haciéndolos un más míos.


Y llego al cruce con RosenthalerPlatz,
y en el ciber, el dependiente,
me saluda entusiasmado,
pues ya vine el otro día,
y me sonríe mientras me pregunta como me va todo,
y otra vez esa sensación de pertinencia...

Y ahora, aquí, conectada,
espero noticias de mi hogar,
y quiero contarte las nuevas,
pero parece que habré de esperar.

Y la ciudad me espera, como yo a ti,
y vuelvo a ella,
para que me sorprenda,
para que me ensenye algo más,
y el viaje continúa,
y continuará.

Wednesday, August 02, 2006

Contradiciendo

Desde hace poco,
vengo sintiendo otra vez...
Y esto es algo que me da miedo,
y hay días como hoy,
que el miedo me invade,
y entonces no sé que siento,
y me sorprendo no sintiendo,
y me pregunto que será,
será que sí, será que no...
Extranya de mí,
por encontrarme contigo,
ausencia de saber,
cansancio de querer,
de pronto, no sé lo que siento...

Será que las olas han borrado tu huella,
será que mi muralla es más alta ahora...
La construí con tanto ahínco,
que ni yo sé donde está la puerta,
aún no preguntaste por ella,
por eso parece más grande,
mes iento como un laberinto
en el que tú debes encontrar la entrada,
para luego llegar a la salida.

Y mientras escribo ésto,
de pronto te me apareces,
y todo cambia,
todo es color, risa y luz,
y ya no hay laberinto que cruzar,
ni murallas que escalar...

Y la sonrisa que me provoca saber que estás al otro lado,
no necesita palabras.
Y sólo quiero verte,
leerte, o escucharte,
sólo quiero que la distancia
se aleje,
y nos deje pegaditos,
el uno con el otro,
y el otro con el uno.

Y melocotones manyaneros,
y cuevas con recovecos,
y té con miel,
y luna con limón.

Y todo eso que tú y yo sabemos,
eso que no se olvida,
que queda en tu recuerdo,
que vibra en mi cuerpo.
Y en tu piel llevas tatuado,
olores que saben a mí,
y en mi piel llevo grabado,
sabores que son para tí.

Aprendiendo a andar

Aprendiendo a andar,
sonyando con volar,
cabalgando por las olas,
buceando en mi estás.

Tomates secos,
para compartir.
Noches que vendrán,
si han de venir,
donde nos vendremos,
y después a reir.

Hoy la ducha vuelve a pensar en tí,
hoy los recuerdos se agolpan en mí.

No sé si sí, o si no,
te veo aparecer de pronto,
y todo es sí,
viajo en bicicleta por tus recovecos,
y mi sonrisa guía mi día,
me trae vivencias,
me trae deseos de ti,
de compartir...

Mientras tus intentos de conectarte
son la crónica de lo que fue,
y de pronto entiendo,
y mi alma tranquila,
sonríe al pensarte,
al recordarte,
y se abre un poco más la puerta que creí cerrada,
y esa luz ilumina mi camino.

Y ahora, vuelvo a querer tú,
sin desprenderme de mi yo,
quiero tú y yo.
Cruces de caminos en nuevas carreteras por andar.
Aprendiendo que el camino, lo hemos de inventar,
que ya no vale el pasado,
Que valen las horas del ahora,
que mi boca te piensa,
y mi cuerpo te anhela,
y mi alma grita,
y mis ojos me queman.